Querido lector, estás por empezar a leer el post más largo
que hayamos hecho hasta el momento. Te invitamos a que si podes te tomes un
tecito, cafecito o unos buenos mates (¡como lo extrañamos!!!!) mientras te
contamos nuestros días, experiencias y anécdotas en Atenas, Meteora y Salónica,
las últimas tres paradas en Grecia.
En los papeles, en la previa,
Atenas era un plato fuerte en nuestro viaje. Centro neurálgico de la historia
de la humanidad, esta ciudad nos provocaba cosquillas de solo pensar en todos
los años de civilización que lleva encima su tierra, esa invitación a imaginar
que Sócrates o Aristóteles pasearon por el mismo suelo que íbamos a caminar.
Así es que en un largo viaje unimos Patras con Atenas, intentando en vano
quitarle expectativas para paliar la ansiedad a la gran ciudad.
La capital griega es bipolar. Por
un lado tiene su faceta de gran ciudad con su gran centro y su caos comercial,
y por otro, como si estuviese separado por una línea imaginaria tiene sus
ruinas e historia. Para poder transmitirles lo que es Atenas me parece oportuno
utilizar Roma como contrapartida. En la ciudad italiana las ruinas de la antigua
ciudad y la “nueva” se entremezclan como si fueran una paleta de colores de un
pintor desprolijo, es una pelota de modernidad e historia que en cien metros
pasas de un shopping a un monumento milenario. En cambio en Atenas esa
mescolanza no existe, la gran ciudad moderna está por un lado y la historia
está por otro. Ni mejor ni peor pero distinto. Uno camina por sus calles y
puede ver una típica iglesia bizantina pero no mucho más, sin embargo, cuando decidís
ir a visitar la ciudad antigua te trasladas a una región donde no hay edificios
cerca, ni casas. Hay que abonar la entrada (un solo ticket para las 7 partes de
la ciudad antigua a 12 euros, o 6 en nuestro caso por ser estudiantes
extranjeros. Si éramos griegos era gratis) y entrar a una región enrejada donde
se preservan todas las ruinas que sobrevivieron estos dos mil años. Algunas
ruinas llegan a tener dos mil cuatrocientos en realidad.
El antiguo Templo de Hefesto (Dios de la Metalurgia) y Atenea Ergané (Diosa de la cerámica) del siglo VII. |
En tres días pudimos recorrer
todos los lugares de interés histórico que podíamos acceder con nuestra
entrada: el Ágora antigua, el Teatro de Dionisio, el Ágora romana, Kerameikos,
el Templo del dios Zeus, la Librería de Adriano y por supuesto, el Partenón. Poniendo
a funcionar nuestra imaginación al 101% fuimos reconstruyendo cada uno de los
lugares, leyendo todos los carteles guías y tomándonos nuestro tiempo para contemplar
y viajar al pasado. En algunos lugares las ruinas eran solo escombros en el suelo
con algunas columnas en pie pero en otros las estructuras estaban más enteras.
Si comparamos las ruinas romanas con las griegas, estas últimas estaban en
bastante peor conservación, claramente, pero no podríamos dejar de decir que
las griegas tienen más de mil años más de antigüedad ¡Más de mil! En total más
de dos mil años en el mismo lugar. Es un flash. En el Ágora antigua caminamos
por las distintas construcciones de la antigua Grecia, por la puerta de la una
antigua vivienda de Sócrates y en la Acrópolis (plagada de turistas) disfrutamos
de las construcciones más conservadas, el Partenón y el Teatro de Dionisio,
ambos impactantes.
Ágora romana - Este lugar era tipo un regalo del emperador Augusto para Grecia. Buen tipo (?) |
Una de las tardes se la dedicamos
también a subir a la colina Licabeto a ver el atardecer. Es increíble como en
una subida de no más de cuarenta minutos en el medio de la ciudad se accede a
una vista tan poética, que cuando se esconde el sol en el horizonte y da lugar
a que las luces artificiales iluminen el Partenón, es el espectáculo gratuito
más bonito de toda Atenas.
Atardecer en la colina Licabeto - La Acrópolis iluminada. ¿Lindo eh? |
En conclusión, fue una bonita
ciudad para visitar, que quizás si le hubiésemos puesto menos expectativa nos
hubiese impresionado más. No sé, no quiero decir que nos desilusionó porque de
ninguna manera fue esa la sensación sino que cumplió sus altas expectativas pero
no le sobró nada (espero que así se entienda jaja es una ciudad genial pero es
lo que esperábamos). Hubo un hecho que quizás nos condicionó de mala manera con
Atenas y fueron nuestros anfitriones de las primeras dos noches. Como siempre
escribimos las buenas y las malas experiencias, hay que decir que las dos
noches que pasamos con la pareja chilena y griega fueron las peores
hospedándonos en casas ajenas, así que les voy a dedicar unas líneas para
explicar brevemente porqué. Para el que no conozca couchsurfing, es una página
de internet donde la gente se registra y ofrece alojamiento gratuito. La idea
es que si tenes espacio en tu living y un sofá, se lo des a alguien para que
pueda dormir ¿Qué obtenés a cambio? Intercambio cultural, historias y un poco
de ayuda en tu casa (como sea lavar los platos, que te cocinen, etc). La parte
más importante es el intercambio cultural, claramente, para ambos. El que se
hospeda obtiene mucho más que un lugar para dormir porque tiene la posibilidad
de conversar con gente del lugar, vivir la cultura del país que estás visitando
sin la hipocresía de la sonrisa paga de la recepción de un hotel turístico.
Nosotros nos hemos hospedado con gente que estaba de mal humor, de buen humor,
cansados por su trabajo, con ganas de salir de joda… de todo un poco. Pero
siempre aprendiendo de ellos e intentando transmitir vivencias argentinas y
permeables a lo que tenían para contarnos.
Típica iglesia bizantina, y Seba, claro |
Esta pareja está inscripta en
couchsurfing pero cobran 8 euros la noche, por persona, porque Grecia “está en
crisis” y ellos tienen que pagar las cuentas (lo llamaban “la caja de
donaciones”). Lamentablemente ese no es el espíritu del intercambio cultural.
Si todas las personas de los países que están en crisis quieren cobrar,
desaparecería couchsurfing considerando que más de la mitad de los países de
Europa están en crisis, toda Latinoamérica, África y no sé cuántos países de
Asia. En fin, además de ese “cobro” diario recibimos malos tratos de parte del
griego. La frutilla del postre fue que además de nosotros hospedaban a una
chica estadounidense y el pibe no se cansaba de atacarla en cada conversación
grupal que teníamos, como si ella fuera la culpable que Estados Unidos
invadiera países. La verdad es que nos sentimos muy incomodos, claramente ella
no era culpable de nada, e inclusive sin que nosotros digamos nunca acerca del
tema se tomó la molestia de pedirnos disculpas en nombre de su país por los
desastres que hacen sus gobernantes en Latinoamérica. Si ese gesto nació de
ella espontáneamente no había necesidad de que el pibe griego la hostigara el
tiempo que nos quedamos en su casa. Por suerte la tercer noche pudimos cambiar
de anfitrión y nos hospedó Angelos, un muchacho muy buena onda que nos dio un
poco de paz y café. Para cerrar este párrafo quiero remarcar que Panos (nuestro
anfitrión en Patras), un flaco couchsurfer que conocimos de casualidad en
Atenas que se llamaba Max, Angelos y nuestros dos anfitriones posteriores (en
Salónica y Estambul) nos dijeron que denunciemos a esa pareja ateniense en la
página y se indignaron, todos. Para que se den una idea que no somos nosotros
solos los que recibimos de mala forma esa situación.
La Acrópolis y los turistas, una historia de amor. |
El Partenón :) en remodelación, hay que hacerle mantenimiento sino se complica jaja |
Partimos de la casa de Angelos
hacía Meteora. La verdad es que no pensábamos poder visitarla, ya lo habíamos sacado
del mapa pero la improvisación se hizo eco en nuestras mentes nuevamente y la
misma mañana que nos despertamos para dejar Atenas decidimos ir a acampar a
Kalambaka y Kastraki.
Teatro de Dionisio - Siglo VI ANTES DE CRISTO, si si, vieijto |
Los siguientes días en los pueblitos
fueron lo más bonito que conocimos en Grecia. Ambos están inmersos entre las
piedras enormes y desde donde se escuchan las campanadas de los monasterios de
ermitaños monjes que viven en ellas. Estos conventos fueron construidos, encima
de esas gigantes rocas, por católicos ortodoxos para preservar la religión en
los momentos inminentes a la invasión otomana. Es tragicómico decir que a los
turcos no les importó que tengan los monasterios ahí arriba y ni los atacaron,
pero que fueron las invasiones nazis las que derribaron más de la mitad de los templos
y provocaron daños irreparables en sus intentos de matar a la resistencia
griega.
Nuestro primer encuentro cercano con la naturaleza - Adentro del camping en Kastraki |
Es alucinante caminar en el
bosque, rodeado de esas piedras y ver encima de ellas monasterios de distintos
tamaños con quinientos años de antigüedad. La paz del lugar y la extraña
energía positiva son algo de lo que no podemos hacer omisión. Si hay lugares en
el mundo que tienen de eso que le dicen “energía positiva”, Meteora es uno de
esos. Estuvimos en carpa descansando y tomando contacto directo con la
naturaleza que tanto nos hacía falta. El dato de color se lo llevan los
campings de Grecia porque ¡tienen parrilla! Lástima que no pudimos hacer
asadito porque no vendían carne en ningún lado jaja.
Flor subiendo al monasterio |
Monasterio de Nikolas Anapausas |
Antes de salir de Grecia teníamos
una última parada en Thessaloniki, que en español se le dice Salónica. Es la
segunda ciudad más grande del país y nos iba a hospedar Eirini, una chica de 23
años que está estudiando (se acaba de recibir en realidad, de veterinaria) en
la urbe pero que tiene sus raíces en una pequeña isla, con todas sus bonitas
tradiciones. Con ella realmente aprendimos mucho de la cultura del país. Para
compensar lo que nos había pasado en Atenas, esta chica fue una de las mejores
experiencias couchsurfings. Antes de terminar este extenso post, quiero darle
un lugarcito al funcionamiento de la educación pública griega. Como argentinos
tenemos el orgullo de tener escuela y universidad pública, y está muy bien,
casi ningún país europeo de los que visitamos la tiene. Sin embargo podríamos
aprender o copiar algunas cosas de la educación griega. Además de tener un
sistema público igual al argentino, ¡los alumnos disponen del material
bibliográfico para la cursada en su totalidad gratuito! O sea que todos los
libros que necesitan para su carrera se los dan de forma gratuita, lo que es
bastante inclusivo. Su sistema de carreras también tiene un límite en cuanto al
tiempo de cursada, para evitar los “alumnos crónicos”. Si no te recibís en
menos de 4 o 6 años (depende la carrera) perdés todas las materias ¿Pero cómo
haces para estudiar si no tenes un peso? En caso que tu familia no pueda
ayudarte con los gastos (y lo demuestres) el Estado se hace cargo de tu
alquiler en la ciudad en que estas estudiando y te paga una cuota mensual. A
nadie en Grecia se le ocurre criticar a los estudiantes por estas condiciones,
dicho sea de paso, ya que se entiende que son el futuro del país.
Vista de los pueblitos Kalambaka y Kastraki desde el monasterio de St. Nikolas |
Seba pensando en no se qué mirando el monasterio Rousanou |
Con Eirine recorrimos lugares
cotidianos de la vida estudiantil griega, fuimos a dos centros culturales
independientes (y auto gestionados) que vendían comida orgánica y donde se
daban clases de distinta índole de forma gratuita. Eran edificios que iban a
ser demolidos por el gobierno pero los estudiantes los ocuparon para darle esta
importante función. En uno de ellos nos quedamos tomando unas cervezas, y para sorpresa
nuestra, de fondo escuchamos un tema de Mercedes Sosa. Sí, en Thessaloniki.
“Solo le pido a Dios”.
Antiguo almacén adentro del monasterio Metamorfosis, en Meteora |
Antes de irnos de Salónica me
robaron el teléfono, medio de comunicación casi central con mi familia y amigos
(soy Seba quien escribe) y en donde tenía muchos videos para subir al facebook;
pero solo lo menciono porque fue un hecho relevante que merece dos líneas.
Obra de arte en la costanera de Thessaloniki |
Nuestro amigo Guille Palmieri nos pidió
que contemos sobre las comidas típicas, así que pueden ayudarse con google para
saber que en Grecia es muy común que la gente en el día a día coma por la calle
“peeta” que es como el shawarma. La gente lo come mientras va de un lugar al
otro. También le entran al “souvlaki” que son unas riquísimas brochettes de
carne de cerdo. Tenemos varios datos de color más sobre Grecia, pero los
charlaremos cuando volvamos con los que quieran J
Por el momento dejamos este post hasta acá porque ya se les debe haber acabado
el café o el mate que se estaban tomando.
:D :D |
Saludos a todos, eternamente gracias por
leernos. Nos vemos en unos días con el post de la inimaginable experiencia
turca en Estambúl.
Excelente Chicooss, que genial Grecia. Mas alla las malas experiencias debe haber sido increible andar por tierras tan antiguas!
ResponderEliminarMuchas gracias por dedicarme un rengloncito para hablar del morfi jajaja
Muy buen post chicos, me encanta q nos cuentan los datos! Me dan una mano para aprobar Epistemología jajaj Y me enamore de las fotos!! y fuerza con lo del celu! Un bajón, si, pero disfruten de todo eso, TODO ESO q esta por alla q es una masa!!!
ResponderEliminarMuchos saludos para los dos y porfi sigan con las fotos :D
(ah, antes de irme,en la foto, el almacencito de Meteora parece el almacén de la casa de Bilbo Bolsón :P )
En un par de fotos (varias) me quede con la boca abierta, no puedo creerlo! el teatro de Dionisio y la foto desde la colina Licabeto son increibles! Las mire por un rato jajaja. Me encanto el post, lo de la educacion me vendria taaaaaan bien con los libros!! seria genial!
ResponderEliminarUn besoteee, voy a esperar con ansias el proximo post :D
Hermosos lugares, estoy encantada
ResponderEliminarChicos, piel de gallina es poco !! Increibles lugares, experiencias y vivencias! Terrible debe ser estar pisando un lugar que sea del siglo VI ANTES DE CRISTO, sigo atónita... Sigan con estos post que me encantan :D son mis viajes imaginarios a través de la pc :)
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